El mes de octubre abrimos el programa HOLA México con la colaboración de la primera voluntaria, Laura. Durante este tiempo, hemos fortalecido las relaciones con las organizaciones y proyectos locales, sentando unas bases de confianza para colaborar juntos por el cambio.
El contraste de un país como México se aprecia ya en su capital, megaciudad que mira a los Estados Unidos desde sus zonas nobles, con parques, fota de vehículos y derroche de dinero similar, mientras que sus zonas populares se asemejan mucho a las realidades de otras ciudades de América Latina.
En Chiapas, uno encuentra una mezcla única: turistas de todo el mundo, culturas indígenas como la de San Juan Chamula, vecinos del pueblo, devotos de la Virgen de Gudalupe, comunas y zonas rojas, mercados, plazas de artesanos, proyectos de agroecología, permacultura, equinoterapia, discapacidad, alfabetización, break dance, graffiti...
Considero que uno de los impactos más grandes para los visitantes puede ser la normalidad que se le ha dado al trabajo infantil, extendido por pueblos como San Cristóbal de las Casas gracias a la visita de turistas, que conmovidos por los niños, actuan desde la pena y caridad mal entendida comprando sus artesanias, de tal manera que son estos y nos los padres los que salen a venderlas.
También resulta extraordinario poder conocer y conversar con líderes sociales; líderes locales que encontraron el sentido de su vida en servir y ayudar a otros con menos oportunidades y que dedican su tiempo a la causa. Es imposible quedar indiferente ante testimonios de superación, entrega, esfuerzo y amor hacia la comunidad.
Y podría seguir contándote más cosas, pero mejor te invito a contemplar algunas fotografías para que te animes también a colaborar como voluntario.